jueves, 21 de julio de 2011

La leyenda de Cahuide

Durante la gran rebelión de Manco Inca por la reconquista del Cusco y el Tahuantinsuyo (mayo de 1536) sobresalió la figura de un gran general incaico. Muchos lo conocen como Cahuide, aunque su verdadero nombre pudo ser Kullash o Tito Cusi Huallpa. Estuvo presente en el “Juramento de los Vasos de Oro” que realizó Manco Inca en Calca y peleó con denuedo en el ataque a la Ciudad Imperial. Pero su nombre quedó inmortalizado por haber comandado la toma del templo de Sacsayhuaman y morir luchando en su defensa.
Sacsayhuaman fue el principal bastión tomado por los rebeldes durante el cerco al Cusco. Se la arrebataron a los indios cañaris, fieles aliados de los españoles, después de dos días de sangrientos combates. Cuando Manco Inca se replegó a Ollantaytambo, le encargó a Cahuide defender Sacsayhuaman hasta su retorno.
Cumpliendo su misión el bravo capitán cusqueño y un puñado de selectos guerreros cusqueños rechazaron con piedras y lanzas muchos intentos de los cristianos y cañaris por recuperarla.
El soldado y cronista Pedro Pizarro, testigo presencial de estos hechos, cuenta que Cahuide siguió peleando como un león, yendo de una parte a otra, estorbando a los atacantes que querían subir con escaleras. Cuando casi todos sus compañeros habían muerto o desfallecían, él seguía combatiendo con un morrión y una adarga que le había quitado a los españoles. Cuando por fin un escuadrón encabezado por Hernando Pizarro logró llegar a lo alto del torreón de Muyucmarca, le ofrecieron respetar su vida si se entregaba, pero el legendario guerrero cobrizo arrojó sus armas contra ellos, se cubrió la cabeza con su manto, y se arrojó desde lo alto de la fortaleza para evitar que lo tomasen con vida.

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